“El hambre y la guerra complica el proceso de recuperación de los refugiados”

©Philippe Carr/MSF

El colombiano, responsable de gestión de las actividades de salud mental de MSF, Daniel Macía, explica los retos psicológicos a los que se enfrentan los refugiados somalíes a su llegada a Dollo Ado, en la frontera con Etiopía.

Para muchas personas en las provincias orientales de Somalia, afectadas por la sequía, el pequeño pueblo polvoriento de Dollo Ado, situado en la frontera con Etiopía, es el símbolo de la esperanza. En los últimos años las cosechas han sido escasas y la vida se ha hecho casi imposible bajo el control de al-Shabaab, que impide que la ayuda entre en esta región rural de Somalia.

A los que hacen el viaje hasta Dollo se les recibe en el centro de registro de refugiados, en el que se les evalúa, se les da atención médica y, si es necesario, se les proporciona refugio en un campo de refugiados. Médicos Sin Fronteras (MSF) trabaja en el centro y el campo prestando servicios sanitarios esenciales a los recién llegados.  

¿En qué estado mental se encuentran los refugiados somalíes después de su periplo hasta Dollo Ado?

La mayoría de los refugiados que vemos llegar al centro de recepción de Dollo Ado vienen en familia, a veces dejando a un padre o a un esposo en Somalia para que protejan sus propiedades.

El viaje es duro, tanto física como emocionalmente. En la mayoría de los casos, los refugiados han tenido que caminar mucho hasta la ciudad fronteriza. Muchos habrán tenido que hacer frente a la escasez de alimentos, al clima inhóspito, a la violencia, a la pérdida de familiares y a la incertidumbre sobre su futuro.

¿Qué tipo de reacción emocional tienen al llegar?

Las reacciones pueden variar considerablemente, dependiendo de la edad, el sexo y la experiencia individual de cada uno.

Muchos hombres sufren profundamente por la incapacidad de cumplir con su papel como protectores y proveedores. La pérdida del trabajo y la incapacidad para alimentar a su hogar puede provocar depresión y ansiedad.

Las mujeres también sufren cuando se les aparta de sus actividades diarias. Ya no tienen las mismas rutinas, como pueden ser recoger agua o leña o preparar la comida, y esto puede provocar frustración, tristeza y e ira y a su vez afecta a cómo tratan a sus hijos. La nueva realidad en el campo de refugiados puede ser difícil.

Los niños, que constituyen una parte importante de la población, también pueden tener problemas a la hora de adaptarse al nuevo entorno. Las nuevas reglas, los nuevos grupos sociales y la nueva escuela pueden suponer dificultades a edades tempranas. Hay que entender que se les ha separado del lugar y de la gente que les eran familiares.

¿Les supone problemas encajar en el sistema del campo?

Con frecuencia, los recién llegados tienen que hacer frente a la pérdida de un lugar en la comunidad. Recuerdo el caso de un hombre de unos 50 años, un maestro de renombre que gozaba de la estima de su comunidad. Había trabajado durante muchos años para construir una escuela y dar una educación a los niños de su aldea.

Cuando llegó al campo de refugiados, donde la educación era responsabilidad de las organizaciones internacionales, sufría mucho por cómo le veía la comunidad y cómo se veía a sí mismo. Desde el punto de vista psicológico, esto le pasó factura.

Parte de su proceso de recuperación pasó por su autoempoderamiento, buscando soluciones y oportunidades dentro del campo de refugiados. Buscando oportunidades para enseñar en las escuelas del campamento pudo recuperar esa parte de sí mismo que echaba de menos a su comunidad y que también quería ser de ayuda.

¿Cómo se las arreglan los niños en un contexto así?

Los niños tienen muchas herramientas que les permiten responder a situaciones críticas, y una de las más importantes es el juego. Sus juegos representan un medio para repetir una y otra vez los acontecimientos y experiencias de violencia y dificultades que les han arrastrado hasta su situación actual. Se pueden convertir en un medio inconsciente para entender todo a lo que han estado expuestos, así como su nueva situación.

Por supuesto, sus relaciones con otros niños y su familia resultan esenciales, así como la capacidad de encontrar una nueva estructura en su vida. Los niños necesitan puntos de referencia para encontrarle sentido al mundo y a través de la interacción social pueden encontrarlos.

¿Resulta más difícil para los adultos adaptarse a la presión psicológica?

La comunidad somalí que recibimos dispone de varias herramientas que a veces pueden ayudar a hacer frente a la situación de forma natural. La religión y las creencias de esta comunidad la hacen muy resistente. Además, el hecho de que las familias grandes vivan tan juntas y se beneficien de un gran sentido de comunidad gracias al sistema de clanes ayuda a que superen las experiencias traumáticas. 

Es importante recordar que el concepto de clan está muy arraigado en estas comunidades, dando a la familia un sentido mucho más grande en comparación con el concepto de núcleo de familia que impera en el mundo occidental. Cuando llegan a Dollo, muchos encuentran a miembros de su mismo clan que les pueden ayudar en su nuevo entorno.

A pesar de todos estos mecanismos de adaptación naturales, las personas a menudo se sienten tan abrumadas que siguen necesitando la terapia que les podemos proporcionar.

En un contexto tan difícil, ¿qué tipo de ayuda puede proporcionar MSF?

Cuando los recién llegados acuden a Dollo, primero tienen que ir al centro de recepción y registro. Durante los dos o tres días que pasan allí, nos toca evaluar su estado. Nuestra atención se centra principalmente en el apoyo psicológico de primeros auxilios con el fin de ayudar a las personas a hacer frente a la crisis que provocan las experiencias por las que han pasado.

Tratamos de estabilizar sus síntomas y reacciones, así como de proporcionarles información útil que les permita recuperar poco a poco su sensación de tener las cosas bajo control.

También buscamos identificar a los individuos o grupos familiares que puedan requerir los servicios de salud mental especializados, servicios que recibirán en los campos de refugiados en los que se asienten.

¿Proporcionar asistencia de salud mental les ayuda a adaptarse más rápido?

Las personas tienen una capacidad natural para hacer frente a las situaciones adversas. Esto significa que tratan de superarlas y que en muchos casos lo logran. Sin embargo, algunas situaciones críticas, tales como el hambre, los desastres naturales, las epidemias y la guerra, pueden sobrepasar los mecanismos de supervivencia de los individuos y las comunidades. El proceso de recuperación puede ser más largo y complicado. La asistencia centrada en la salud mental tiene como objetivo específico el ayudar a las personas y a las comunidades a retomar el control de sus vidas y a usar sus recursos para adaptarse de la mejor manera posible a las nuevas circunstancias.

 

 

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